MARATÓN Belmez-Espiel-Belmez, hicimos historia.

 

Corrimos la primera maratón de Córdoba.

Hola a tod@s, ¿cómo están?, espero que muy bien, hoy quiero contaros como fué mi décimo y último maratón, que también fué el primero oficial en tierras cordobesas.

La jornada comenzó con nervios como de costumbre, de hecho me levanté a las 5 pensando que eran las 6 de la mañana, pero pegué una cabezadita más.

Con todo preparado y bien desayunado, sobre las 6:35 puse rumbo a Belmez, como es lógico las carreteras estaban desiertas, en seguida amaneció, llegue y estacioné rápido.

El día pintaba caluroso, hasta el punto de que me quemé un poco los hombros.



Como eramos poquitos, sobre unos 37 participantes, no había aglomeración, tenía muy buenas sensaciones pero sabía que hoy había que tener más cabeza que nunca, por algo ésta mítica media maratón que hoy haríamos dos veces, se denomina ROMPEPIERNAS, y es que no tiene ni una zona llana, es un continuo sube y baja.

A las nueve nos hicimos la foto para el recuerdo de un día inolvidable y salimos del pueblo por la carretera n432a.

Sobre el km 11 conversé con dos atletas experimentados, eran del año 72 y con más de 40 maratones en sus espaldas, coincidimos en que lo importante para nosotros era disfrutar, llevaban muy buena técnica de carrera, en seguida los deje ir aunque no los perdía de vista.

Yo como es habitual en mí , los ritmos ni me interesan, solo poner cuidado en la respiración, la cadencia y las pulsaciones que rara vez subían de 160, con lo cual me acercaba al km 20 pleno de felicidad pero sabiendo que los malos momentos llegarían.

En el km 6 ya me había bebido una botella de isotónico y media barrita, en el 10 me la acabé, en seguida agarré otra de agua, me gusta llevar el agua en la mano y beber cada poco. La alimentación estaba OK.

Justo en la curva que marca el 21, en Espiel, noté un pequeño pinchazo en el dedo pequeño del pié izquierdo, posiblemente debido a una mala pisada, pero no fué grave.

Reto conseguido.


A estas alturas ya nos habíamos cruzado los senderistas y los de la media maratón, por supuesto dándonos ánimos mutuamente.

El km 23, saliendo del pueblo fué bonito, cuesta abajo, en seguida te vuelves a quedar solo, quizás lo más duro de la prueba, el estar tanto tiempo solo luchando contra las adversidades , sin el ánimo de la gente.

Buscando siempre la mejor trazada, km 25 , aparece un sol impropio de mediados de marzo, si no llega a ser por la gorra, me hubiese quemado la cara entera.

Me empapo la cara con agua y aprovecho cuando las nubes tapan el sol para animarme. Cerca del km 30 salimos de la zona de confort, las tiradas de entrenamiento y hay que motivarse con pequeñas metas.

Pienso  que me queda un entrenamiento de los cientos que he hecho, los avituallamientos son como un oasis en el desierto, justo aquí la carretera se vuelve más ancha y se avista a lo lejos de nuevo el pueblo de Belmez con su imperial Castillo en todo lo alto, las cuestas no dejan de aparacer una detrás de otra.

Aquí las piernas ya no mandan, manda la cabeza y el corazón, queremos hacer historia y lo vamos a hacer.

Sobre el km 36 , aflojo tanto el ritmo que casi voy andando , me acuerdo de mis primeras maratones y tengo la sensación que cada vez corro peor.

Solo han pasado 7 años  pero entrenando igual, en éstos kms , los músculos no responden igual.

En cualquier caso , no queda otra, en nada que la cuesta dá un respiro seguimos con el trote y con la cadencia.

Cruzas el km 40 y ya tienes la sensación que la tienes en el bolsillo pero queda desnivel.

La entrada al pueblo  ya es otra cosa, aquí ya tienes el aliento de la gente que te empuja a darlo todo.

Quedarían 300 metros cuando noté un chasquido en el pié izquierdo, sabía perfectamente que era una ampolla rompiendosé, también ví después que tenía una uña negra en el otro pié. 



Pero que más dá, a esas alturas ya cruzas la meta aunque sea a la pata coja o arrastrándote, no creo que nadie corra maratones sin daños colaterales.

Mi tiempo fué 3 horas y 51 minutos, lo esperado.

Y así fué como un grupo de atletas, en su mayoría, veteranos hicimos historia el 19 de marzo de 2023.

Una de las cosas más bonitas que se puede hacer en la vida es marcarte un objetivo, planificarlo, llevarlo a cabo y finalmente ejecutarlo y eso justo fué lo que hice aquel día. 

Ya no tengo motivación para seguir corriendo ésta distancia, posiblemente haré cosas bonitas en bicicleta, quizás vuelva a practicar algún deporte de equipo, o pruebe nuevos deportes, es tiempo para pensar.

Por cierto el que ganó la prueba se marcó un tiempo por debajo de las 3 horas, IMPRESIONANTE.

Sin más me despido, que tengáis un buen día y muchas gracias si has llegado leyendo hasta aquí, chao chao

1 comentario:

Tus comentarios enriquecen éste blog.
Muchas gracias de parte de Lolotron,
más conocido como Manuel Bermúdez.
(Castro del Río , Córdoba).