Porqué Karlos Arguiñano es el influencer número 1 de la cocina española.

Hola a tod@s, no sé ni cuanto tiempo hace ya que pensé en publicar una entrada con éste nombre. Creo que nadie podrá discutirme que éste hombre es uno de los que más ha hecho por la cocina española en los últimos 40 años.

El número uno como comunicador y apasionado por su profesión, sigue haciendo programas de cocina con la misma ilusión y la misma simpatía que el primer día.

Cuando ves a una persona con edad de estar jubilado , al pié del cañon un día y otro día, no me queda otra que quitarme el sombrero con él.

Que lejos queda ya el año 2008, que fué más o menos cuando yo lo descubrí en televisión, creo que por aquellos años tenía su programa en Telecinco.

 En mi casa acabábamos de comprar un dvd grabador y yo no perdí la oportunidad de grabar sus programas , que después veía cuando llegaba del trabajo, recuerdo que en una calidad malísima.

 Así fuí acumulando algunos dvds llenos de recetas de Karlos. 
Para mí fué un referente y me inspiró en cierta medida a estudiar los ciclos formativos de Cocina y poder labrarme un futuro laboral mejor.

Y que mejor para ésta entrada que buscar en aquellas dvds o en algún libro de cocina que tengo de él , y compartir  alguna receta con vosotr@s.

En ésta ocasión,  Ensalada de bacalao.

Ingredientes para 4 personas:

• 800 grs de bacalao.
• 2 patatas.
• 2 tomates.
• 1 pimiento del piquillo.
• 1 cebolla.
• mahonesa ligera (1 huevo, aceite , sal, chorrito de agua) o vinagreta.

Elaboración:

Mientras cocemos las patatas, cortamos las verdura en juliana, menos el tomate, y lo ponemos todo a pochar en una sartén.

Colocamos el bacalao desalado en una cazuela al fuego con agua fría, sacándolo antes de que empiece a hervir. Desmigamos los trocitos de bacalao y hacemos láminas con las piezas más grandes, pasando luego a saltear los trocitos con la verdura pochada.

Servimos el plato colocando, en primer lugar, las patatas cocidas cortadas en láminas finas. Ponemos encima el salteado de verduras, sobre éste el tomate y por encima los medallones. Sólo queda aliñarlo con la vinagreta o con un poco de mahonesa aligerada con unas gotas de agua.

Una vez revuelto todo queda un bocado delicioso, fresco y untuoso, éste es mí pequeño homenaje al gran Karlos Arguiñano, que fué clave para mí, para adentrarme en éste apasionante mundo de la gastronomía.

Espero que os guste tanto como a mí, saludos y recordad que lo  mejor del blog está por llegar, feliz domingo a tod@s.