Mi primer viaje en moto.



Hola a tod@s ¿qué tal están?, espero que muy bien. Desde que inicié en el mundo del motociclismo hace 8 años llevaba queriendo hacer alguna escapada, al menos pernoctar una noche lejos de casa. 

Por mi cabeza pasan viajes por Marruecos, por Portugal, visita a París y alguno más.  Son viajes que de momento tendrán que esperar por la logistica que llevan.
Durante éstos años he descubierto lugares increibles, algunos apenas a 30 kms de casa, pero son lugares a veces inaccesibles en coche o que pasan desapercibidos.

Andalucía ya esconde pocas sorpresas para mí, habiendo recorrido todas las provincias en moto, menos Huelva. Especialmente conozco muy bien  Málaga y mi tierra, Córdoba.
En ésta ocasión fué un viaje expres pero muy disfrutón, necesitaba estar un día entero pilotando mi moto.

La salida fué hacia Granada por nacional, una vez allí cogí dirección Almería cruzando la Sierra de Huetor, que aunque fuese por autovía, se disfrutan las vistas.



 En Tabernas, me desvié hacica Velefique, un puerto que todo motociclista debe subir una vez en la vida (le llaman la Capadocia de Andalucía).
Por recomendación en alguien de allí, también subí a la Tetica de Bacares, el punto más alto de la zona (+2.800 metros) y unas vistas impresionantes, pero que con la pendiente y un aire que  hacía, me daba mucho respeto.




Con parte de mi objetivo cumplido, eché un vistazo al mapa y pensé en coger por carreteras secundarias hacia Torre del Mar, Málaga. Creo recordar que era la A348, pero me pasé la salida y finalmente dué un error ACERTADO porque el cansancio se acumulaba y lloviznaba ligeramente.
A través de la A7, crucé la costa desde Almería hasta Málaga, y aunque era autovía, si no hay tráfico, también se disfruta de las vistas costeras.
Paré a descansar en Almuñecar, visité un restaurante llamado El Peñon, realmente bonita la zona y poco después llegué a mi destino.




Total 570 kms, record personal para mí, y no sé cuantas horas, cuantas más, mejor.

No salí a pasear esa noche porque lloviznaba así que a dormir. Al día siguiente si que paseé por Torre del Mar centro y costa, desayune en una buena pastelería y cogí rumbo al pueblo con toda la tranquilidad del mundo. 
A ratos fresco y a ratos calor, así son los viajes en moto, todo es muy cambiante y hay que ir preparado.
Así fué como trasncurrió mi primera escapada en moto y ojalá que todos los años pueda hacer alguna y por aquí lo contaré.

Sin más me despido, deseandoós lo mejor, sed felices, cuanto más, mejor. 
Atentamente, 
                                                                 Manuel Bermúdez.