Lasaña de berenjenas en 20 minutos, mi olvidada receta favorita.

 

Lasaña express.

Hola a tod@s, ¿Que tal están? Espero que muy bien. Que tiempo aquél en el que hice la lasaña de berenjenas por primera vez y como me gustó hasta el punto de hacerla mi receta favorita.

He recuperado a través del e-mail la receta con la que participé en un concurso online de recetas, hace nada menos que diez años, he capturado ésta imagen con el escandallo para una ración, después lo multiplicaba por 12 raciones. El resultado era espectacular, muy muy fino de sabor.

Mi primera receta de lasaña.

Recuerdo que usaba la cortafiambres para hacer las rodajas de berenjena todas igualitas, el queso en tranchetes cortado también a máquina, jamón york cocido del mejor que hubiera, un chorreón de  tomate frito y una buena cantidad de bechamel casera, eso era más o menos lo que usaba.

En ésta ocasión tuve de tirar de lo que hubiera y rapidito por que eran las una y media del mediodía y sin nada pensado para comer.

Ya lo he dicho por aquí en alguna ocasión, que la virtud de un cocinero es echar un vistazo a la nevera o despensa y enseguida le vienen a la cabeza las posibilidades de elaboraciones que hay.

La berenjena la corté a cuchillo, pelándola anteriormente sin mucho cuidado. La pasé por la sartén anti adherente vuelta y vuelta y fuí reservando. 

También a cuchillo me  corté  cuñas de queso semicurado muy finitas y otro trozo lo rallé.

Con unas tiras de jamón serrano que tenía lo piqué a cuchillo bien fino.

Ya tenía todo para el montaje, era como para dos personas, usé un molde rectangular de silicona, puse tomate frito en el fondo, rodajas de berenjena, queso y jamón. Así hasta 4 veces y terminé con abundante queso rallado, no había tiempo para bechameles...

Al corte, quedó resultón.

Nada, tan solo unos 12 minutos de horno que me tardó en dorar y esperamos a que atemperara para comerlo, la verdad que quedó bastante rico, no es comparable a aquella receta que me encandiló en mis inicios en éste mundillo pero muy sabrosa y saludable.

Sin más me despido hasta la próxima recordando que la mejor medicina que existe es dedicar tiempo a comprar lo mejor y a cocinarlo para disfrutarlo después, como bien decía el gran Karlos en la cabecera de su programa hace unos años.

Feliz fin de verano, nos vemos pronto,  chao chao.