Así fue mi peor maratón.




El gran día llegó y estaba más nervioso que otros años, quizás por haber tenido que retrasarlo del 12 al 13, por previsión de agua y viento, que es lo peor para correr.

Y tuve la suerte de que el domingo saliese un día soleado y no muy frío,  salté de la cama como todos los días, sobre las 6 y media y con 6 horas de sueño, me encontraba bien.

Desayuno alguna tostada y me coloqué toda la parafernalia, incluyendo el garmin que me acompañaba por primera vez en ésta distancia.
Sobre unos 20 minutos calentando y a las 8 menos 5, ya estaba en mi coche, que es donde tenía el avituallamiento. Por delante, un circuito de 5.250 metros de ida y 5.250 de vuelta por un camino-carretera con poco desnivel y pocas curvas, todo un aliciente para intentar bajar la marca de 3:21 del año anterior.

Empiezo de noche y al poco rato ya me sobraban los guantes y los manguitos, ¡que gran día!
Primeros 10 kms con buenas sensaciones, paro el cronómetro y me tomo algo.
Media maratón sin novedad, vuelvo a parar el crono, bebo agua, como algo de fruta y continuo.
Apenas salgo me empieza a doler la rodilla izquierda, se me pasan todos los demonios por la cabeza ¡miedo, mucho miedo a no poder acabar! Son 9 meses de preparación...

Gracias a Dios , el dolor me dura solo 1 km, sigo a ritmos de 4:45 aproximadamente.  Ésto es lo que tiene  la distancia, que hay momentos para sufrir y para disfrutar como la vida misma.

Llego al km 32 de maravilla, vuelvo a parar y me avituallo, me bebo media pepsi y ésta vez me llevo un botella de agua en la mano y una mandarina.

Es el momento de la verdad, lo que llaman EL MURO, ahora, la prueba pone a cada uno en su sitio y mi ritmo se desploma prácticamente en 1 minuto por km.

Aún así sigo animado, bromeo con una persona mayor que pasa en su bici eléctrica sin pedalar "así si se va bien, eh", le digo y adelanto a una chica que trotaba por allí.

Llego a ese punto de vuelta, justo donde se juntan el camino y el río Guadajoz, "ya solo queda volver a CASTRO DEL RÍO", es una manera de motivarme.

Paso junto a una nave de ovejas y miro de reojo los perros pastores que estaban a lo suyo, ¿que pensará el dueño  que me ha visto de pasar por allí 8 veces? ¿que estoy como una p... regadera?je

Me acerco a la salida de la Fabrica de la Luz, donde se celebra nuestra Romería, el primer sábado de cada mes de junio, ¿cuantas veces habré pasado por allí en los últimos meses? muchas.




Kilómetro 3 hasta Castro, me sé los puntos kilométricos de memoria, el garmin me canta los kms con agonía, ésto se acaba.
Kilómetro 2 hacia Castro, justo en la entrada donde tiene mi suegro su casa de campo. 
Kilómetro 1, 1000 metros para disfrutar, justo donde está la empresa de mármol y la de materiales de construcción, ya solo queda dejarse caer con ese pequeño desnivel favorable, saborear esas últimas zancadas y ver el resultado final. 

Alcanzo de nuevo mi coche y paro el reloj, 3:28 es mi tiempo en éste 2020 tan convulso y tan raro.  No he dado para más, 7 minutos por encima del año pasado.

He cometido errores como no meter algún día de gimnasio  o alguna serie y además en los últimos dos meses cambié un entreno semanal de 10 km a pie por 40 de bicicleta, por hacerlo más llevadero, y no me ha funcionado.

El año que viene habrá más y mejor, tengo que aprovechar los 3 o 4 años buenos que me quedan.

Mención especial y agradecimientos a mi querida esposa Toñi Reinoso porque sin su apoyo no sería posible conseguir este reto.

Sin más me despido deseando haberles entretenido un rato y deseándoles Felices Fiestas y un feliz año nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios enriquecen éste blog.
Muchas gracias de parte de Lolotron,
más conocido como Manuel Bermúdez.
(Castro del Río , Córdoba).